Las piedras y cristales nos dan una gran contribución en la tarea de trabajar en la armonización de centros de energía. La Obsidiana negra sin lugar a dudas ocupa un lugar fundamental en trabajos profundos y comprometidos de autotransformación.
La obsidiana negra tendría, según los expertos en
gemoterapia, la propiedad de develar aquello que está oculto. De esta manera,
sería capaz de aclarar ideas y de traer a la realidad sensaciones y nociones
dormidas en la profundidad del inconsciente.
Considerada además la “diosa de los tesoros escondidos”,
podría potenciar cualidades y condiciones que en una determinada persona están
ocultas bajo un manto de oscuridad, por ejemplo aptitudes de nuestra mente que
permanecen olvidadas o que nunca han recibido atención.
Esta piedra permitiría liberar los sentimientos oprimidos,
para que puedan ser canalizados de otra forma, por ejemplo a través de la
creatividad y el arte. También se la relaciona fuertemente con la vida después
de la muerte, ya que de acuerdo a la gemoterapia permitiría purificar al alma
en su ingreso a un estado posterior a la vida material.
Por todo esto, puede resumirse que la obsidiana negra
brindaría importantes condiciones para el crecimiento espiritual y material de
la persona. Asimismo, es utilizada para sedar y equilibrar excesos de energía.
En cuanto a la relación entre gemoterapia y salud, tendría
propiedades benéficas sobre el aparato reproductor, el intestino grueso y el
delgado, dado que ejercería una gran influencia sobre el denominado primer
chakra.